Para vergüenza de aquellos que, aceptando la leyenda negra (en minúsculas) en la que nos educaron, y que hasta nuestras clases letradas aceptaron y aceptan, creen que los españoles fuimos técnica y científicamente inferiores a nuestros enemigos.
Perdón: quizá ya no sea políticamente correcto hablar de enemigos, pero resulta que España tenía enemigos.
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