Eso de la invencible es un término inglés, propaganda con la que influir en ingenuos impresionables, bobos que creyeron que la “Pérfida Albión” venció a una armada que era invencible; más beneficioso parece incidir en que, además, Dios estaba del lado español… pero no lo hicieron. También les llamábamos el “perro inglés”, que se batió con la misma bravura con que atacaban Nueva España, por un suculento botín, desde luego. Las cosas de los piratas, hasta que dejaron de ser ellos los piratas y entonces hubo que exterminarlos, como el tráfico humano, hasta que dejaron de ser ellos los negreros y entonces hubo que pararlo… las cosas de la historia, las que no nos cuentan. No se trata de los buenos y los malos, eso es lo que nos vende el nuevo imperio y no somos infantiles, los españoles ni éramos ni somos santos. Pero nos convendría recuperar la verdad del pasado. Una armada parte con rumbo a la conquista de un país, corríjanme si me equivoco, pero creo que no volvería a ocurrir hasta Normandía. Pero resulta que no fue la única armada, se enviaron otras.
Lean Geoffrey Parker o a Esteban Mira Caballos, y lo sabrán. Y en el enlace un reportaje sobre la Empresa de Inglaterra.
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