Han tenido que pasar décadas, aunque en los ochenta ya aparecieron algunos tímidos “guiños”, gotas de agua en el mar de la apisonadora hollywoodense que nos ilustraba sobre buenos y malos, que durante generaciones nos educó presentando a los aliados portadores de la paz amenazada por el monstruo nazi. Nazi, no alemán. Pronto se cumplirán setenta y cinco años del fin de la guerra, y 400.000 documentos siguen clasificados, más el material no oficial, más lo que se acordó verbalmente y nunca sabremos con certeza. Vean en esta película que el pueblo alemán lo componían seres humanos, no todos eran malvados, no todos se quedaron de brazos cruzados, y pagaron por ello. Y a los que gritan indignados que no hicieron nada, hay que recordarles que franco murió en su cama dejándolo todo atado y bien atado, o que hicieron en la reciente crisis, o que hacen ahora.
Los buenos son los que ganan, ¿Cómo nos habría explicado su victoria Hitler? Porque, créanlo, pudo ganar.
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