De esta forma comienza el artículo que tienen en el enlace: “Si como supone el relato nacionalista británico tras la Armada invencible Inglaterra asumió el tridente de los mares en detrimento de España, parece que el instrumento Neptuno le pesó en exceso.
En 1625, ambos países sostuvieron una breve pero intensa guerra donde la monarquía de Felipe IV salió triunfante. Bajo el protectorado de Oliver Cromwell, años después, se vivió de nuevo una derrota en el Caribe de dimensiones dantescas.
Ambos tropiezos británicos apenas ocupan unas líneas en la historiografía tradicional…”
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