“Había en Extremadura, entre Cáceres y Salamanca, una región montañosa desolada, en la que no había más que piedras, brezo y cabras: Las Hurdes. Tierras altas antaño pobladas por bandidos y judíos que huían de la Inquisición”. Así inicia Luis Buñuel el breve capítulo que dedica en ‘Mi último suspiro’, sus memorias dictadas a Jean-Claude Carrière, al rodaje de ‘Tierra sin pan’ (1933).
Esta cinta de animación en torno a Luis Buñuel y el rodaje de ‘Tierra sin pan’ se erige también como un emotivo homenaje a la figura de Ramón Acín. Tienen el artículo en el enlace.
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