Cuando hablamos de las Leyes de la Naturaleza no nos referimos a Hobbes, ni pretendemos establecer comparaciones con ningún iluminado vendedor de libros para ingenuos, que desde la más absoluta ignorancia descubre las “leyes espirituales”.
El auténtico buscador, interesado en conocer las leyes inmutables de aplicación universal, es alguien que anhela encontrar La Verdad. Para avanzar por el camino hay que dar un paso atrás, y entender la existencia de dos elementos, uno interno y otro externo.
Ley de la sabiduría. Ley de la constancia. Ley de la finalidad. Ley de la utilidad. Ley de los medios naturales. Ley de la unidad. Ley de la continuidad. FÍSICAS. Leyes menos universales que ya consideran o no a todas las cosas: astronomía, física, química, biología y otras.
Al primero podemos llamarlo el “maestro interior”, ese saber innato que parece extraído de experiencias que no se han acumulado, una intuición natural que nos capacita para entender el Bien y el Mal, lo real y lo imaginario, la verdad y la mentira, haciéndonos capaces de identificar el conocimiento y desdeñar la palabrería.
Necesitamos un elemento externo: La Tradición señala que cuando el discípulo está preparado aparecerá el Maestro. Nuestra sabiduría natural nos permitirá identificar a nuestro Maestro, en el que depositaremos la confianza.
No conocemos ni cuestionamos el origen de las Leyes Naturales que nos fueron transmitidas, las estudiamos y comparamos con otras corrientes de pensamiento y religiones, reflexionamos sobre ellas, y las sometemos a debate. Las relacionaremos a continuación sin entrar en explicaciones, ya se hará si llega el momento. Son las siguientes:
- Ley de Selección
- Ley de Necesidad
- Ley de Movimiento
- Ley de los Ciclos
- Ley del Amor
- Ley de Evolución
- Ley de Jerarquía
- Ley de Finalidad
- Ley de Armonía
- Ley de Adaptación
- Ley de Herencia
- Ley de Analogía
- Ley de los Contrarios
- Ley de Desigualdad
- Ley de Causa y Efecto
El que deba entender, entenderá.
Somos La Resistencia.
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