Y sorpréndanse: nada ha cambiado. Me refiero en la realidad, la posmodernidad manipuladora que pretende enfrentarnos a hombres y mujeres es un engaño con los días contados: somos seres humanos, es imposible negar y refrenar nuestra naturaleza.
Nos amamos y seguiremos haciéndolo. Deben leer “El collar de la paloma”.
Tienen un reportaje en el enlace.
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