Por ejemplo, que con una población global superior a 500 millones de habitantes, sólo han entrado de modo ilegal a la UE 200.000 personas durante 2017. Y hay más que se deberían analizar antes de hacer demagogia o permitir que nos manipule la extrema derecha, en auge, generando miedo a la inmigración en una Europa sin rumbo. El fondo de la cuestión es decidir si se ponen parches que eviten la destrucción de la Unión, o se encara el problema que ha supuesto la política de austeridad de la última década, en respuesta a una crisis de la que ya nadie habla porque hemos aceptado: el golpe ha sido tan duro, que preferimos adaptarnos a la precariedad.
Naïr extrae conclusiones y propone soluciones, es una autoridad en el tema que nos ocupa, un tema trascendente y cuya gestión equivocada puede traer graves consecuencias. Leer su artículo es esclarecedor, lo tienen en el enlace.
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