Estamos sometidos a manipulación, desatendemos instituciones valiosas, no valoramos el tesoro de nuestra lengua. Nuestra lengua se atreve a destrozarla cualquiera y por un puñado de votos. Es triste. Al menos, lo denunciamos aquí, y si lo quieren de labios de un académico, lo tienen en el enlace.
Si lo deseas, puedes dejar tu comentario pulsando en el título de esta entrada. Esperamos tu opinión.