Demasiado complejo, Herr Streeck. Todo han sido siempre improvisaciones, señor, siempre arriesgadas pues tal es su naturaleza, y de resultados nefastos siempre, señor, por supuesto, nefastos para los que sobreviven haciendo malabarismos en la parte fina de la cuerda, la que siempre se rompe.
Usted mismo reconoce que le faltan datos. La situación es preocupante, como siempre, señor, y en cuanto a su receta mágica de romper el euro, ya sabemos y ya sabían nuestras élites (que son las que mandan) que la moneda única favorecía a Alemania, pero también les beneficiaba a ellos, señor, a nuestras élites, y esto es lo que tenemos, y de peores hemos salido los españoles. Conque no nos traiga recetas mágicas ni nos diga lo que debemos hacer ni nos descubra lo evidente, que ya lo vemos y no somos tontos.
Véalo, lector, en el artículo donde encontrará coincidencias con lo que sabemos, pero ¿quién es usted para decirlo, herr Streeck?
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