Es imprescindible tirar de recuerdos que nos muevan a reflexionar. Al hacerlo nos replanteamos las decisiones tomadas, los caminos recorridos, los lugares donde nos han llevado y los costes pagados. Para valorar el presente, para cuidar lo obtenido y no cometer errores pasados, tenemos que volver la vista atrás para aprender o reafirmarnos en que no sabemos lo que somos sin tener presente lo que fuimos.
Arturo Pérez-reverte comparte con nosotros un episodio de su azaroso pasado. Y debemos tomar nota, porque un gesto a destiempo u olvidado, un silencio o una palabra equivocada, de más, podría en determinadas situaciones convertirse en el final. Conviene recordar esto.
Lean si gustan y quizá próximamente traigamos aquí a un corresponsal de guerra en activo, que nos contará, casi sobre el terreno, hasta qué punto nos engañan.
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