“Todo fluye y refluye; todo tiene sus periodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento a la derecha, es la misma que su movimiento a la izquierda; el ritmo es la compensación”
El Kybalión.
Todo se manifiesta en un determinado movimiento de ida y vuelta, un flujo y reflujo, una oscilación de péndulo entre los dos polos que existen de acuerdo al principio de polaridad. Hay siempre una acción y una reacción, un avance y un retroceso, una ascensión y un descenso. Esta ley rige para todo, siendo su aplicación más importante con respecto a los estados mentales del hombre. Los hermetistas pueden escapar a sus efectos empleando la ley mental de neutralización. Esto no supone que se pueda anular el principio, o impedir que opere, pero se puede aprender a eludir sus efectos hasta un cierto grado, grado que depende del dominio que se tenga del principio. Todo aquel que ha adquirido un cierto grado de dominio de sí mismo, ejecuta esto hasta cierto punto, consciente o inconscientemente.
Somos La Resistencia
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